La presidenta de la Canirac en León, Helen Anaya Sanromán, aseguró que los propietarios de restaurantes están muy interesados en poder monitorear la concentración de dióxido de carbono, pero buscan obtener algún apoyo de la autoridad para colocar los dispositivos que se requieren para ello.
Explicó que sería una herramienta que ayudaría a los establecimientos a saber si hay la suficiente ventilación en el lugar, y de paso, brindarles la certeza a los clientes de que están en un espacio donde circula bien el aire.
Añadió que se está en pláticas con la autoridad y con empresarios interesados para explorar la posibilidad de hacer una compra masiva de estos aparatos para que salgan más baratos.
“Queremos ver cómo nos podemos sumar porque la inversión no es cualquier cosa y necesitaríamos algún apoyo, pero sí nos interesa, tanto a ellos como a nosotros, brindar esa nueva herramienta de salud. Estamos negociando que se pueda hacer una compra masiva y lograr así un beneficio económico más importante para todos”, dijo.
En diversas plataformas de internet, el costo de los monitores de dióxido de carbono oscila entre los 600 y los 3 mil 500 pesos, en función de sus características y la marca.
