Ludwik Margules (1933-2006) era un personaje exigente en el trabajo pero lo hacía de forma inteligente, es decir, no pedía incoherencias, sino cosas muy concretas sobre el trabajo actoral interno, así lo recordó la actriz Luisa Huertas en un homenaje a 10 años de su muerte.
En entrevista previa, en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, la también directora del Centro de Estudio para el Uso de la Voz (CEUVoz), elogió el trabajo escénico de quien dirigió más de 40 piezas teatrales, así como las óperas “El progreso del libertino”, de Igor Stravinski, y “Fausto”, de Charles Gounod.
“Se siente su ausencia, su creatividad, su rigor, su carisma, es algo que no tan fácil se tiene y hace mucha falta”, expuso Huertas para quien Ludwik, era un personaje especial para el cumplimiento puntual de los objetivos del montaje, “era todo un aprendizaje trabajar con él”, consideró.
“Lo conocí desde muy joven pero trabajé con él años después, por ahí de 1991, cuando hice mi primera obra con él y luego hice otras dos”, recordó la actriz para quien el sello característico del director de origen polaco fue “la propia actuación”.
“Lydia, su hija, habla de él como un sobreviviente y lo fue, y yo hablo de él como un hombre que vivió muchas cosas que le hicieron conocer muy bien la condición humana: el corazón de los hombres, refirió la actriz.
Sobre la exposición “Ludwik Margules. Procesos de Creación”, que se presenta en el vestíbulo del recinto antes mencionado y en la que se muestran más de 20 piezas, en las que el visitante es testigo del proceso creativo del director polaco, Huertas destacó el rigor con el que Ludwik trabajaba a la hora de montar sus obras.
La actriz, quien en 1989 obtuvo el Ariel por Mejor Actriz de Cuadro por “Mentiras piadosas”, destacó que no obstante, Margules lo que buscaba entre los compañeros era la unidad.
“Podría ser más o menos grande la escenografía o producción, pero lo que él buscaba era la unidad, no la unificación, es decir, exigía creatividad, propuestas, la unidad del tono actoral”, expresó.
Ludwik Margules vivió en su país natal durante la invasión nazi y soviética de 1939 y la Segunda Guerra Mundial.
Realizó sus estudios en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Varsovia. Se trasladó a México en 1956 donde estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y posteriormente a la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Fue Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes otorgado por la Secretaría de Educación Pública de México en 2003.
Y en el 2004, recibió un homenaje a cargo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).