Aviones de Rusia atacaron nueve objetivos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria durante 25 incursiones aéreas en las últimas 24 horas, en el marco de su campaña de apoyo al régimen de Bashar al-Assad, informó el Ministerio ruso de Defensa.
La aviación rusa realizó 25 misiones, en las que participaron aviones de asalto Su-24 y Su-25, así como cazabombarderos Su-34, según el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, mayor general Igor Konashenkov.
En particular, los aviones rusos destruyeron tres puestos de mando de los yihadistas en las provincias sirias de Hama y Latakia y cerca de la ciudad de Al Rastan, así como almacenes de municiones y un nudo de comunicaciones del EI en la provincia de Homs.
Asimismo, un depósito de municiones y tres piezas de artillería en la provincia de Idlib, además unas 30 unidades de maquinaria automotriz y blindada, incluidos tanques T-55 capturados al Ejército sirio, en una base camuflada del EI en las afueras de la ciudad de Idlib.
Konashénkov destacó que todos los ataques aéreos rusos tienen como objetivo “desorganizar la gestión y el sistema de abastecimiento material y técnico de los yihadistas”, según el sitio informativo ruso Sputnik.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró este lunes que el objetivo de los ataques aéreos rusos en Siria es “apoyar las acciones ofensivas de las Fuerzas Armadas sirias en la lucha contra las organizaciones terroristas y radicales”.
La Fuerza Aérea de Rusia comenzó el pasado 30 de septiembre su campaña de ataques aéreos en Siria dirigidos contra yihadistas del Estado Islámico (EI), pero Estados Unidos, activistas y opositores han denunciado que también se ha atacado a rebeldes sirios.
Rusia ha asegurado que su participación en la lucha contra el EI en Siria se limitará a misiones aéreas, aunque algunos altos cargos no descartan la posibilidad de que voluntarios rusos se sumen a la filas del Ejército sirio.
Según Sputnik, que cita a fuentes militares, al menos tres mil combatientes del EI, el Frente al Nusra y el Ejército de Yarmuk han huido de Siria a Jordania por temor al avance del ejército sirio en todos los frentes y a los ataques aéreos rusos.