El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó hoy que desplegó un sistema de defensa aérea S-300, con un rango de 250 kilómetros, para proteger su base naval que se encuentra en el puerto de Tartus, Siria.
Además del S-300, las fuerzas armadas rusas también desplegaron buques de guerra frente a la costa siria, precisó el general Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio ruso de Defensa, y aseguró que la medida es reforzar su propia seguridad.
“El S-300 es únicamente un sistema defensivo y no plantea ninguna amenaza para nadie”, afirmó este martes el vocero castrense en una breve declaración, reproducida por el servicio ruso de información Sputnik.
La confirmación por parte de las autoridades rusas llegó horas después de que reportes de prensa revelaron -citando a funcionarios estadunidenses de inteligencia- el movimiento militar conducido por Moscú.
Según esos informes, el sistema de defensa aérea desplegado en Siria es capaz de interceptar ataques tácticos y aviones estratégicos, misiles basilísticos de alcance medio y tácticos, así como misiles crucero hasta una distancia de 250 kilómetros.
Los funcionarios en Washington indicaron que el nuevo sistema ruso de defensa podría potencialmente contrarrestar cualquier ataque con misiles crucero de Estados Unidos en Siria, lo que sería de vital ayuda para el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.
La medida se produce en medio de crecientes tensiones entre Rusia y Estados Unidos luego de que suspendieron sus conversaciones para continuar un alto al fuego en Siria que allane el camino a una solución pacífica a la guerra civil en el país árabe.
El principal obstáculo ha sido la dificultad que encuentran Moscú y Washington para coordinar sus respectivos ataques aéreos contra los yihadistas del grupo radical Estado Islámico (EI) en el territorio sirio.
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