El mexicano Sergio Pérez se llevó un susto, luego de que su coche volcara de forma violenta, al romperse la suspensión en la primera ronda de entrenamientos para el Gran Premio de Hungría.
El volante de Force India salió ileso del aparatoso incidente, pero su monoplaza requirió de composturas mayores, por lo que no estuvo a tiempo para salir a la segunda práctica en Hungaroring, aunque si podrá estar para la clasificación y carrera.
Después de perder el control en un piano, el coche se golpeó contra el muro y la fuerza del impacto lo regresó a la pista donde volcó. El mexicano pudo salir por su propio pie y fue a un chequeo médico de rutina, pero más tarde regresó a su box, para seguir trabajando.
“Estaba muy asustado cuando volqué, sólo pensaba en salir de ahí. Afortunadamente estoy bien, lo médicos me revisaron y me han dado el alta. Ahora espero que el coche no tenga tantos daños”, refirió el piloto de 25 años.