Delincuentes que dispararon en repetidas ocasiones truncaron la vida y los sueños de Luz Monserrat, una menor víctima colateral de un hecho delictivo, ella se preparaba para festejar sus próximos XV años.
Su madre, Ma. de la Luz, narró que su hija fue a la tienda a comprar algunos dulces y después iría con su tía, quien vive a la vuelta con sus primos.
Tras pasar el tiempo, y ver que su hija se tardaba se disponía a buscarla, ya que no le gustaba que estuviera afuera de la casa en la noche, en ese momento recibió una llamada de su hermana, la cual le dijo que fuera de inmediato a la tienda, ya que Luz fue lesionada.
Era hermosa, muy amigable, siempre andabamos juntas” platicó Ma. de la Luz con un terrible nudo en la garganta mientras la recordaba como una alumna destacada la Escuela Telesecundaria Número 12 en la cual estaba por cursar el tercer grado.
Mi hija estaba feliz de pasar al último año de secundaria, feliz porque en unos meses iba a cumplir sus quince años, y yo le decía que le haríamos su fiesta, se la pasaba buscando vestidos en Facebook, la tenía en un curso de verano porque le gustaba cantar, correr y el sábado me puso a lavar porque me dijo que no tenía pants limpios” dijo con la voz entrecortada.
Sus hermanos están destrozados, expresó su madre, la familia lo que pide es justicia porque no sólo hay una niña, hay muchos niños en el mundo que pueden pasar algo así, la cual reiteró que siempre pide por ellos, que Dios los cuida aunque haya recogido a su hija.
Ahí ta la chiquilla renegona” repetía su mamá, mientras observaba a su hija vestida de blanco dentro de su ataúd de color rosa.
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