Turquía ha obligado a miles de refugiados a regresar a Siria en los últimos meses, denunció hoy Amnistía Internacional (AI), que acusó a la Unión Europea (UE) de “ignorar a propósito” esas prácticas “ilegales” por parte de Ankara.
Según una investigación de la organización humanitaria, las autoridades turcas han expulsado desde mediados de enero, “casi a diario”, a grupos compuestos por cerca de un centenar de hombres, mujeres y niños hacia Siria.
“Turquía devolvió en una ocasión a tres niños pequeños sin su padres a Siria. En otra ocasión, obligó a una mujer embarazada de ocho meses a volver”, denunció Marie Lucas, de Amnistía Internacional Alemania y experta en Turquía.
“La falta de humanidad de esas devoluciones es francamente chocante. Turquía debe detenerlas inmediatamente”, exigió el director para Europa y Asia Central de la organización, John Dalhuisen.
Amnistía Internacional ha recabado múltiples testimonios que atestiguan una operación a “gran escala” para devolver refugiados a Siria desde la provincia turca de Hatay, un plan que según la organización es “un secreto a voces” en la región.
“En su desesperación para sellar las fronteras, los líderes de la UE han ignorado a propósito el más simple de los hechos, que Turquía no es un país seguro para los refugiados sirios”, señaló Dalhuisen en un comunicado emitido desde su sede en Londres.
La Unión Europea alcanzó a mediados de marzo un acuerdo con Ankara que prevé que a partir del próximo lunes 4 de abril puedan ser devueltas a Turquía las personas que hayan llegado de manera ilegal a Grecia desde ese país a partir del 20 de marzo.
A cambio de la cooperación, la UE aumentaría a seis mil millones de euros la ayuda concedida al gobierno de Turquía hasta 2018 para atender las necesidades de los refugiados instalados en su país.
Ante las devoluciones de refugiados sirios desde Turquía a su país, sumido en el conflicto, Amnistía Internacional considera que el acuerdo entre la UE y Turquía adolece de “defectos fatales”.
“Es un acuerdo que solo puede ser implementado por los corazones más duros, con una enorme indiferencia por la legalidad internacional”, sostuvo Dalhuisen.
Según algunos testimonios citados por la organización, las autoridades turcas han detenido y enviado de vuelta a Siria a personas que trataban de registrarse como refugiados, lo que ha provocado que muchos sirios en suelo turco prefieran esconderse.
Se estima que casi tres millones de sirios viven en Turquía. De estos, alrededor de 300 mil lo hacen en los campamentos habilitados por el gobierno turco.
“Los refugiados han sido aprisionados, detenidos en campos financiados parcialmente por la Unión Europea, maltratados y, en algunos casos, deportados a Siria o Irak”, afirmó Phillipe Hensmans, director de AI para Bélgica.
De acuerdo con Amnistia Internacional, cerca de 90 por ciento de los refugiados sirios actualmente en el territorio turco no viven en campos y no tienen acceso a instalaciones de base. La mitad de ellos son niños.