La visita del Papa Francisco a Estados Unidos del 22 al 27 de septiembre, designada como un Evento Nacional de Seguridad Nacional (NEES), provocó un refuerzo de la seguridad alrededor de sus apariciones en Washington, Nueva York y Filadelfia.
La designación de NSSE permite una mayor cooperación entre agencias locales, estatales y federales para establecer un ambiente seguro para la visita del máximo jerarca de la Iglesia católica, que se espera atraiga a multitudes de seguidores a lo largo de seis días.
En Washington, la Policía del Capitolio inició desde esta semana los preparativos de seguridad con el establecimiento de un perímetro de varias cuadras alrededor del Congreso de Estados Unidos, además del cierre de varias avenidas.
Como parte del protocolo reforzado de seguridad por la estancia papal, los visitantes deberán someterse a la revisión de sus pertenencias, en especial bolsas de mano o mochilas.
Bajo las reglas actuales, se prohíbe la introducción de armas, bebidas alcohólicas u objetos metálicos al Capitolio. La Oficina de Administración de Personal recomendó a los empleados federales trabajar desde casa durante la visita papal a la capital estadunidense.
El secretario del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Jeh Johnson, viajará por su parte a Filadelfia este sábado para revisar el estado de la seguridad en la ciudad y evaluar los planes de contingencia.
Johnson se reunirá con el alcalde de la ciudad, Michael Nutter, y con el director del Servicio Secreto, Joe Clancy, en el llamado Centro Multiagencial de Telecomunicaciones (MACC), que coordinará los esfuerzos de seguridad para la visita papal.
Entre las agencias que participan en los operativos de seguridad figuran la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), entre otras.
Francisco será recibido el próximo día 23 por el mandatario Barack Obama en la Cámara de Representantes, en visita de Estado, y un día después será el huésped de honor en el Congreso a invitación de su presidente, John Boehner, de religión católica.
La agenda papal incluye su traslado a Nueva York el día 24 para oficiar una misa en la Catedral de San Patricio. Al día siguiente dará un mensaje en Naciones Unidas y visitará la Zona Cero, además de reunirse con miembros de la comunidad.
En la histórica ciudad de Filadelfia, cuna de la independencia de Estados Unidos, el pontífice oficiará una misa en la Basílica de San Pedro y San Pablo, además de visitar el Salón de la Independencia y participar en la Reunión Mundial de Familias.
El refuerzo de la seguridad se produce luego que el FBI desactivó el mes pasado una amenaza potencial contra el Papa durante su próxima visita a Estados Unidos, con el arresto de un adolescente simpatizante del Estado Islámico (EI).
El adolescente, quien no fue identificado, planeaba ejecutar un acto involucrando a “varios atacantes, armas de fuego y explosivos contra un alto dignatario”.
El joven fue acusado por las autoridades de intento de proveer apoyo material a una organización terrorista y de respaldo a actividades terroristas en Estados Unidos.