Ante diputados de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, ganaderos, académicos y representantes de asociaciones defendieron la vigencia y aportación a la sociedad de las corridas de toros.
Esto fue en una mesa de trabajo organizada por la comisión legislativa de Medio Ambiente sobre la iniciativa de Ley para la Protección Animal del Estado de Guanajuato del Partido Verde.
En su intervención, Raúl Pérez Johnston de Pérez Johnston Abogados S. C., manifestó que en el tema de maltrato animal no se podía tratar a todos de la misma manera y se tenían que graduar los niveles de protección que la ley establece y apuntó que no se podían prohibir las corridas, sino que tenían que regularse.
Por su parte, Francisco Cordero Martínez Vértiz, empresario ganadero y delegado de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia en Guanajuato, explicó datos de la vocación de Guanajuato en la crianza de este ganado, sobre todo en el norte de la entidad.
Dijo que los machos que mueren en el ruedo representan solo el 6.7% del censo de ganaderías de lidia; que los toros de lidia de la entidad se usan en todo el país; y que acabar con esto sería ir en contra de la economía y de un estilo de vida de la que se benefician muchas personas y familias.
“Pedimos libertad, tolerancia y respeto. De repente a mí me decía qué es ser ganadero de bravo, para hobbie es bastante malo, para negocio es bastante caro. Es una forma de vida que mantenemos nosotros los ganaderos de lidia guanajuatenses. La fiesta brava es un espectáculo cultural con una gran derrama económica”.
Por su parte, el ganadero y empresario del ramo turístico, Manuel Gameros, aseguró que las corridas de toros son generadoras de turismo.
Dijo que en Guanajuato se registraba un ingreso de 140 mil personas a las corridas en Guanajuato sin contar los festivales taurinos.
El matador de toros y director general de Tauromaquia Mexicana, José Saborit Santa, indicó que prohibir una actividad popular era atentar contra los derechos de un grupo de mexicanos; que era mentira que eliminar las corridas era parte de un proceso civilizatorio; que criaban y respetaban la naturaleza del toro de lidia, no la humanizaban ni la querían cambiar; y que la tauromaquia era un ejercicio de libertad.