A cumplir una pena de 52 años de cárcel por los delitos de feminicidio y violación, fue condenado Bernardo, el vecino del poblado Los Sapos que en 2015 violó y asesinó en la recámara de la propia víctima a la estudiante Anayeli, aprovechando que conocí al la casa y las costumbres de su víctima y su familia.
Anayeli fue la jovencita de 17 años de edad, estudiante de preparatoria que el 20 de julio del 2015 fue encontrada muerta en su recámara, en su domicilio familiar, en un caso que inicialmente las autoridades ministeriales trataron con extremo sigilo y que incluso en las primeras versiones que trascendieron, se hablaba de na muerte por causas naturales.
Los médicos legistas que practicaron la necropsia desmintieron dichas versiones con su dictamen de necropsia: la jovencita había sido violada y asesinada en su cuarto y cuando trascendieron las causas de muerte la indignación de familia, amigos y estudiantes se hizo mayúscula, hasta manifestarse ante la Presidencia Municipal en demanda de justicia.
Las indagaciones ministeriales, por otra parte, recopilaron toda clase de pruebas e indicios, pero no daban con alguien a quien inculpar de ese crimen, hasta que hicieron comparecer por segunda vez a un vecino de la misma comunidad que ya había sido interrogado por el Ministerio Público: Bernardo, quien fue aprehendido y proceso por el Juzgado Octavo de lo Penal, que ahora lo condenó a 52 años de prisión y a obligaciones económicas como pago de reparación del daño a los familiares de la víctima y una multa al Poder Judicial.
La hipótesis confirmada en su momento por la Procuraduría General de Justicia y sobre la cual logró ahora la sentencia condenatoria, señala que Bernardo, era conocido de la familia y como mucha gente en la comunidad, sabía que esa familia no aseguraba la puerta de su casa por las noches.
Aprovechó eso para entrar el día que resolvió atacar a la jovencita, entró y salió de la finca sin problema, pero fue observado circunstancialmente y un testimonio en ese sentido, así como estudios periciales permitieron establecer un nexo entre su persona y el crimen.
Sin embargo, la sentencia dictada ahora es de primera instancia y por tanto no es aún definitiva.
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