El productor británico Alfred Hitchcock, considerado uno de los más innovadores, influyentes y emblemáticos directores de cine de todos los tiempos, es recordado a 116 años de su nacimiento con la celebración del 55 aniversario de su obra maestra “Psicosis”.
La cinta estuvo basada en la novela homónima de Robert Bloch, contó con un guión de Joseph Stefano y con el tiempo se convirtió en un clásico del cine. Hitchcock rodó en blanco y negro las escenas para evitar que visualmente fuera demasiado sangrienta.
En 1998, Gus Van Sant creó, sin éxito, “Psycho”, cinta en la que retoman plano por plano el contenido de la película original, pero filmada en color. También inspiró la serie “Bates motel”, que acaba de emitir su tercera temporada en televisión de paga.
Hitchcock dejó un vasto legado cinematográfico que ha sido motivo de múltiples estudios. En fecha reciente investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia, quienes tomaron como base el trabajo del productor, descubrieron cómo en las escenas donde hay mucho suspenso, el cerebro reduce el ángulo de visión y se concentra en la trama de la película.
Hijo de un carnicero, Sir Alfred Joseph Hitchcock, su nombre completo, nació en Leytonstone, Londres, el 13 de agosto de 1899. Cursó estudios en el Colegio de San Ignacio y posteriormente en la Universidad de Londres, donde estudió ingeniería.
Debido a su complexión regordeta, aunado a la estricta educación que recibió, fue un niño de carácter tímido y apocado, sentimientos que lo acompañarían toda su vida.
El director, nacionalizado estadunidense, dirigió más de 50 películas a lo largo de su trayectoria artística. Incursionó en el campo cinematográfico en 1920. Fue rotulador de varias películas mudas en la Famous Players Lasky, productora y distribuidora surgida en 1916.
La entrada de Hitchcock a dicha empresa representó un giro en su vida, ya que comenzó a desempeñarse poco a poco como montador, después como director artístico, para finalizar como guionista en películas de directores como Donald Crisp y Hugh Ford. Además conoció a Alma Reville, con quien se casó en 1926.
De 1921 a 1924 aproximadamente, trabajó bajo la tutela de Graham Cutts, director de “The white shadow”.
En 1925 viajó a Alemania, donde tuvo la oportunidad de trabajar como ayudante de dirección en los estudios UFA y entrar en contacto con el expresionismo alemán. Ese año también se estrenó como cineasta al rodar su primera película completa “El jardín de la alegría”.
Cuatro años más tarde regresó al Reino Unido para rodar “Blackmail”, que se posicionó como el primer éxito del cine sonoro inglés. Siguieron con buena aceptación los títulos “El hombre que sabía demasiado” y “39 escalones”.
Dichas películas atrajeron la atención de David O. Selznick, quien lo contactó en 1940 para trabajar en Hollywood.
Ya en tierra americana creó “Rebeca”, un éxito rotundo que obtuvo 11 nominaciones al Oscar, a partir de ese momento dirigió películas en Hollywood a razón de una por año, reservándose en todas ellas una breve aparición, siempre sin diálogo.
La mayoría de sus argumentos giraron en torno a tramas policiacas o de espionaje, siempre con un dominio absoluto del suspenso.
El éxito comercial de sus películas se debió, por un lado, al argumento, y por el otro, a la “teoría de McGuffin”, del propio Hitchcock. Este suspenso sirve sólo como un señuelo para captar la atención del espectador, mientras que en otro plano el filme remite a más ambiciosos contenidos psicológicos.
Ejemplo de esta fórmula son “Marnie la ladrona”, “Yo confieso” y “Los pájaros”, el simbolismo de esta última dio pie a múltiples interpretaciones.
Puso de manifiesto su relación con el psicoanálisis en películas como “Vértigo” y en otras se ha considerado en exceso reduccionista como en “Spellbound”.
También fue virtuoso en el manejo de la cámara, de gran inventiva y audacia, y en el montaje, extremadamente fragmentado y estudiado en ocasiones, como en la muy conocida escena del asesinato en la ducha de “Psicosis”, tal vez su película más célebre, cuyo rodaje costó casi una semana entera y en la cual se agolpan multitud de secuencias en breve tiempo.
La crítica señaló su fijación con respecto a las mujeres rubias de aspecto más o menos asexuado, modelo de la mayoría de sus protagonistas femeninas, y a las que perseguía en ocasiones durante el rodaje, como sucedió con Kim Novak.
A partir de 1948 se convirtió en su propio productor, y desde los inicios de la década de 1950 pudo contar con elevados presupuestos y con los mejores actores y actrices de Hollywood, alcanzada ya la fama internacional.
Más tarde quiso recrudecer los argumentos y dotarlos de mayores dosis de suspenso, todas las películas de Hitchcock llevan el sello particular de su estilo, cuya influencia ha llegado a muchos otros directores, entre ellos algunos miembros de la “nouvelle vague”, como Truffaut y Godard.
En 1968 recibió un Oscar Honorífico por toda su trayectoria en la ceremonia de los Premios de la Academia. Sin embargo, nunca alcanzó una estatuilla competitiva.
El American Film Institute le otorgó el premio a la labor de su vida, en 1979, y ese mismo año la reina Isabel II, de Gran Bretaña, le concedió el título de Sir.
El 29 de abril de 1980 falleció el llamado maestro del suspenso. Su legado, además de su vasta colección de películas, reside en influenciar a muchos directores e impactar con cada una de sus historias a su público.
En 2011 proyectaron la primera participación del cineasta en el cine con la película “The white Shadow”, largometraje que data de 1920 que se descubrió en Nueva Zelanda y debido a que fue mal etiquetada, permaneció en el archivo cinematográfico de dicho país por más de 25 años.
En el largometraje, que se estrenó en 1924, Hitchcock tenía 24 años y fungió como escritor, asistente de dirección, director de arte y editor.
En 2014, la Cineteca Nacional impartió la cátedra “Trasfondos perversos en la obra del maestro Hitchcock y algunos discípulos: Francois Truffaut, Claude Chabrol, Roman Polansky, Roberto Gavaldón y Jaime Humberto Hermosillo”.
También ofreció el ciclo “El primer Hitchcock”, que abarca las primeras cintas silentes del “Maestro del Suspenso” totalmente restauradas.