El Instituto Estatal de Ecología prepara un proyecto piloto en conjunto con la Universidad de Guanajuato para que las ladrilleras de la entidad cambien su modelo de negocio y funcionen como pequeñas empresas para regular sus procesos y facilitar su reubicación.
Así lo dio a conocer Carlos Ávila Plascencia, director de Gestión de Calidad del Aire del Instituto, quien comentó que uno de los principales problemas de las ladrilleras es que operan en zonas donde no pueden trabajar porque contravienen los programas de ordenamiento territorial de sus respectivos municipios.
La principal desventaja que tienen ahora mismo las ladrilleras es que donde se encuentran operando no es compatible con los programas de ordenamiento municipales, por ello no se les puede entregar un uso de suelo y eso complica toda la regularización; sin embargo, al pasar al esquema de formalidad, con procesos controlados que regulen las emisiones, de alguna manera se facilita para que se incorporen a un modelo tipo industrial, buscaríamos zonas donde cualquier industria pudiera instalarse”, dijo.
El funcionario estatal indico que este proyecto piloto, para el cual se destinaron 3 millones de pesos, primero será ejecutado en Irapuato y si funciona, se replicaría en los demás municipios incluido León.
Señaló que una de las principales características es que los ladrilleros se agrupen y utilicen un solo horno con tecnología sustentable.
Ahorita lo que estaríamos materializando es propiamente la construcción de un horno de bajas emisiones, que pueda ser usado de forma grupal que precisamente nos garantice su operación como una pequeña empresa”.
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