China calificó hoy como nulo, inválido y no vinculante el fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (CPA) a favor de Filipinas respecto a la disputa territorial sobre las islas del mar de China Meridional.
“El fallo es nulo e inválido y no tiene carácter vinculante”, apuntó el Ministerio chino de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido por la agencia de noticias Xinhua, en el que aseguró que China no acepta ni reconoce la decisión de la corte.
La soberanía territorial de China y sus derechos e intereses marítimos en el mar Meridional de China no se verán afectados bajo ninguna circunstancia por estos fallos. China se opone y nunca aceptará ninguna reclamación o acción basadas en estos fallos, según el documento.
El tribunal que trató el caso de arbitraje del mar Meridional de China unilateralmente iniciado por el anterior gobierno filipino, emitió este martes su fallo dando la razón a Filipinas en su disputa territorial con Beijing, tras más de tres años de proceso judicial.
En un comunicado de prensa que acompañó el fallo de 479 páginas, el tribunal de cinco miembros proporcionó un resumen de sus decisiones, que radicalmente apoya las peticiones presentadas por la administración del expresidente de Filipinas, Benigno Aquino III.
Según Beijing, la decisión de Filipinas de iniciar el proceso de forma “unilateral” fue “con mala fe”, pues no pretendía resolver las disputas, o mantener la paz y la estabilidad en el mar de China Meridional, sino negar a China su soberanía territorial y sus derechos e intereses marítimos.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, destacó que el arbitraje es una farsa política bajo el pretexto de ley. “La puesta en marcha de este proceso de arbitraje viola la ley internacional”, remarcó.
La cancillería china expone varios argumentos para denunciar su ilegalidad, entre ellos que el tribunal carece de jurisdicción en el caso, pues la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos) no comprende los conflictos por soberanía territorial.
Como ha hecho con anterioridad, China alegó, entre otras cosas, que el proceso iniciado por Filipinas “viola el acuerdo bilateral” de ambos países para resolver sus disputas en el mar de China Meridional a través de negociaciones.
Indicó también que contraviene el código de conducta en esas aguas firmado en 2002 por los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que ambos pertenecen.
Aseguró que el gobierno chino “continuará obedeciendo la ley internacional y trabajando con los países implicados directamente para resolver las disputas del mar de China Meridional para mantener la paz y la estabilidad en la zona”.
China comenzó hace años la construcción de islas artificiales en esa región del Pacífico, ha establecido bases militares y extendido su influencia en la región, lo que ha generado tensión entre sus vecinos asiáticos y llevado a Estados Unidos a movilizar efectivos militares.
Beijing alega derechos históricos para reclamar el poder sobre un 90 por ciento de las aguas del mar de China Meridional, y los islotes, arrecifes y rocas que alberga esa zona situada a hasta dos mil kilómetros de sus costas.
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