A una pena efectiva de 60 años de cárcel fue condenado este lunes en Irapuato el ex sacerdote católico Raúl Villegas Chávez, en juicio de oralidad, por cuatro cargos de delitos sexuales entre ellos violación agravada, por abusos cometidos contra alumnas de las que habría sido guía espiritual.
En juicio de oralidad que fue sentenciado la tarde de este lunes en el Juzgado Regional de Oralidad de Irapuato, el juez consideró probados los cargos de violación agravada, hostigamiento sexual, corrupción de menores y abusos eróticos, y lo declaró culpable.
Le dictó una condena de 90 años de prisión, pero por disposiciones de la ley penal de Guanajuato, se reducen a 60 años, que es la máxima condena de cárcel.
Los hechos ocurrieron en Irapuato, en el colegio Atenas, donde fue empleado como mentor tras de que le fueran retirados los hábitos por otro problema legal, de orden familiar, que enfrentó en León, cuando era vocero del Obispado de esa diócesis.
La sentencia dictada este lunes es de primera instancia y el exsacerdote puede oponerse aún a ella buscando una nueva resolución. Es decir, la sentencia aún no está firme.
Villegas Chávez fue aprehendido el febrero del 2017 por uno de los cargos que enfrentó ahora en juicio de oralidad y desde entonces quedó vinculado a proceso penal y en prisión preventiva.
Ese es el proceso que ha concluido en primera instancia este lunes con la sentencia condenatoria que ahora le fue dictada y con la pena de cárcel que le ha sido impuesta.
Otro Caso.
La sentencia dictada este lunes contra el ex religioso, es la segunda condenatoria en lo que va del siglo por delitos sexuales contra contra religiosos católicos en Guanajuato.
A principios de la primera década de este siglo, en León, fue juzgado y condenado por abusos erótico sexuales y corrupción de menores otro sacerdote católico: José Luis de María y Campos.
El purgó una sentencia de superior a cinco años de prisión que le fue impuesta por hechos ocurridos en casa del sacerdote en la colonia Santa María de Cementos cuando se desempeñaba en la Cuasiparroquia de Santa María de Cementos. Las víctimas, monaguillos de esa colonia.
De Maria y Campos estuvo preso en el Cereso de Léon y cuando cumplió los requisitos de ley, fue preliberado para que concluyera su sentencia fuera de prisión.
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