Hasta este miércoles no se conocía la identidad de un joven de entre 20 y 25 años de edad con el torso y los brazos prácticamente cubiertos de tatuajes cuyo cadáver fue encontrado en un baldío, tras la finca 811 de la calle Madre Verónica, en la colonia Diez de Mayo este martes.
El Ministerio Público reveló que el ahora occiso fue herido a golpes y con un instrumento punzante en el cuello, pero las lesiones no resultaban mortales. Sin embargo, fue liquidado de un balazo en el cráneo y su cuerpo, envuelto en una bolsa roja, fue arrojado en el lugar donde se le descubrió poco después del mediodía.
Hasta este miércoles a mediodía no se conocía su identidad y salvo algunos pocos datos que protege el Ministerio Público, no tiene prácticamente pista de los asesinos, según reconoció Jesús Aguilera, director de Investigación Especializada en el Ministerio Público del fuero común.
El asesinado fue un hombre de entre 20 y 25 años de edad, moreno, delgado y de pelo negro lacio y corto.
El funcionario describió una larga serie de tatuajes que presenta el cuerpo en el torso y los brazos, entre los que destacan las leyendas MONREAL en el brazo izquierdo y CANO en el brazo derecho, pero además presenta en el tórax y el abdomen la imagen de la virgen de Guadalupe, un reloj que marca las 4:20 así como una cadena y un ancla.
Distribuidos en el resto del torso y los brazos tiene tatuajes como otra imagen y el nombre de Guadalupe, una rosa roja y la imagen de una catrina.
El Ministerio Público espera conocer la identidad de la víctima para poder dar alguna dirección a las investigaciones.
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