El presidente del Consejo Directivo del SAPAL, Jorge Ramírez Hernández, adelantó que es probable que su cuñado, Enrique Aranda, ya no participe en licitaciones de la paramunicipal, luego del escándalo generado por el contrato de 47 millones de pesos que obtuvo la empresa de Aranda, en asociación con otra constructora.
Señaló que por prudencia, y luego del desgaste que tuvo por este hecho, Aranda Anaya y su empresa “Construcción y Servicios del Bajío” optarían por mejor evitar que se repita una situación similar, a pesar de que no hubo ninguna ilegalidad, subrayó.
“No se trata de dejar a nadie fuera, seguramente Enrique se limitará en la participación; tuvo un desgaste comercial, un desgaste de imagen, y yo creo que no es un tema de legalidad, si le preguntamos al contralor si hay posibilidades de que siga participando te va a decir que sí, porque legalmente se puede, pero sin duda pues él tendrá la precaución de no volver a pasar por un escenario igual, no depende de mí”, dijo.
Lo anterior en el marco del foro “Diálogos de proceso de obra pública 2019” que organizó el SAPAL con más de 200 contratistas, ejercicio que, según dijo Jorge Ramírez, ayudará a que se eviten favoritismos en la contratación de obra.
“No es un ejercicio único, es un ejercicio que vamos a mantener continuo, abierto, con mesas de trabajo, en donde lo que busquemos realmente es tener un sistema constructivo, un mejor sistema de relación con los contratistas, donde no haya un grupo, donde no haya ciertos contratistas privilegiados, donde los privilegios se deriven de los buenos indicadores que pudieran tener los contratistas”.
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