En plena contingencia de gasolina, en enero, alguien de Petróleos Mexicanos (Pemex) autorizó meter crudo pesado en la refinería de Salamanca: un error muy grave y sin precedentes de varios miles de millones de dólares.
Así lo explicó la columnista Bárbara Anderson en Milenio.
“Taponearon los filtros de al menos cuatro de sus plantas, es una falla operativa grave y no recuerdo algo similar en los últimos años”, le confirmó a la articulista una fuente muy cercana a la planta en Guanajuato.
Y es que, explicó, que de las seis refinerías operadas por Pemex en México, sólo tres funcionan con crudo pesado: Madero, Cadereyta y Minatitlán; en Salamanca, Tula y Salina Cruz sólo se trabaja con crudo ligero.
Además, este error garrafal dejó a Salamanca operando al 10% de su capacidad y sólo produciendo combustóleo.
Y eso no es todo. A Bárbara Anderson, el especialista le dijo que lo más grave es que no hay ningún responsable del error.
“Quien tomó esta decisión es responsable patrimonial de un error que puede costar varios cientos o miles de millones de dólares, que es lo que cuesta ponerla a punto de nuevo”.
Por el cambio de gobierno y autoridades, la refinería tuvo que parar sus operaciones a falta del químico MTBE, indispensable para refinar las gasolinas.
“Entre el 16 y 17 de enero, después de que las autoridades anunciaron que no iban a comprar más crudo liviano y ante el pedido de gasolina del gobierno de Jalisco -que llevaba 12 días de desabasto- alguien en Pemex autorizó refinar crudo pesado en Salamanca y por los altos niveles de azufre que tiene se arruinaron cuatro plantas de hidrodesulfuración”, le platicó su fuente a Anderson.
Al final de su artículo, Anderson cuestionó si se investigará a fondo el daño millonario, así como el seguimiento implacable al huachicol.
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