El atleta Edgar Isaac Ramírez Ríos acelera el paso hacia la doble oportunidad que pudiera aprovechar en Tokio 2021. El primero de esos objetivos es participar en la prueba de relevos 4×400 junto a su equipo y de paso también competir en pruebas individuales en pista.
Sin bajar la guarda, Ramírez ha cambiado su rutina diaria con inconvenientes debido a los cambios que ha representado el correr ahora en piso de cemento y no es la pista de tartán, algo que causa lógicamente mayor golpeteo en sus articulaciones.
Edgar, medallista de oro en la Universiada Mundial de Nápoles, Italia, fue parte del ciclo de conferencias de prensa virtuales convocadas por Code Guanajuato con los medios nacionales y estatales; a los que habló de sus planes deportivos y del entrenamiento que realizada desde su confinamiento en casa en apego a las restricciones generadas por el covid-19.
“El año estaba planificado hasta el último evento que teníamos en Chihuahua, había campamentos de cuatro días para mejorar, pero esto nos sacudió lamentablemente y tenemos una temporada larga, no puedo parar de golpe porque afecta el proceso olímpico. Es complicado adaptarnos a los espacios. He tenido algunas molestias por el pavimento, se tiene planeada una reunión con la Conade a principios de año para planificar y llegar de una mejor manera de enero a julio”, adelantó el corredor.
La temporada de Ramírez comenzará en septiembre con la Universiada Nacional, en caso de poder realizarse, para concluir en 2021 con los Juegos Olímpicos de Tokio y precisamente para ello, se enfoca en reducir un segundo los tiempos de relevo 4×400 con el propósito de colocarse en el número 9 del ranking mundial e incrementar esa certeza de poder ir a tierras niponas.
Por otro lado, también apretará el paso con la finalidad de alcanzar una de las plazas disponibles en México en a pruebas de los 400 y 800 metros; por lo que planifica competir entre los meses de diciembre-enero en Estados Unidos, con el objetivo de llegar a los 800 metros en las Olimpiadas.
Finalmente Ramírez lamentó la decisión de retirar la candidatura de la ciudad de León para ser sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026, pues es algo que ya visualizaba y soñaba con competir respaldado de su público.
“Tenía la ilusión de llegar a ese 2026 en León, era una ilusión que iba forjando, previsualizaba corriendo en mi linda ciudad, pero ahora no se van a vivir, serán en otro país, igual se tiene que ir a competir y representar dignamente al país, pero no hay como hacerlo en casa”.
