El estado de Guanajuato cayó ocho lugares en el Índice de Paz México 2019, en gran medida, por el incremento del 127% en los homicidios dolosos que se registró del 2017 al 2018, y se estima que la violencia en el estado generó un impacto económico de 380 mil millones de pesos.
El referido Índice de Paz México, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, se basa en la metodología del Índice de Paz Global, la más reconocida medición de la paz en el mundo, y se compone de los cinco indicadores calificados del 1 al 5, donde 1 representa la calificación más pacífica, y el 5, la menos pacífica: Homicidio, Delitos con violencia, Delitos cometidos con armas de fuego, Cárcel sin sentencia, y Crímenes de la delincuencia organizada.
En la última edición del estudio, que mide los datos del 2018, Guanajuato aparece en el lugar 27 entre las 32 entidades, con un índice de 3.602, cuando el año pasado estaba en el lugar 19, con un índice de 2.611.
Lo anterior se debe, en gran parte, al aumento que registró en el 2018 en la tasa de homicidios dolosos del 127 por ciento, el mayor incremento que se dio en todo el país, al pasar de 23.7 a 53.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Además, el Instituto para la Economía y la Paz subraya que Guanajuato ha presentado un deterioro en su calificación general año con año desde 2015, y que la violencia contra los oficiales de policía, aunada a sus bajos salarios, ha llevado a un preocupante déficit de elementos policiacos en la entidad: en el 2017, el estado contaba con un total de 2 mil 622 elementos de seguridad pública, es decir, 43.5 por cada 100 mil habitantes, por contraste con la media nacional de 176 por cada 100 mil habitantes.
Hasta ahora no han surtido efecto los incentivos para que más personas se incorporen a la policía, como aumento salarial y más prestaciones, debido a los peligros que entraña el trabajo en la policía”, se lee en el estudio.
El Índice de Paz México también estima que la violencia tuvo un impacto en Guanajuato de aproximadamente 380 mil millones de pesos en el 2018, 150 mil millones más que en el 2017, mientras que el impacto per cápita fue de 53 mil 882 pesos.
Este indicador abarca los costos del delito o la violencia para la víctima, el perpetrador y el gobierno, que incluyen gastos directos, como el costo de las fuerzas policiales, gastos médicos, funerarios o de encarcelamiento, y también integra los costos indirectos como el trauma físico y psicológico, y el valor presente de los costos futuros relacionados con el incidente violento, como el ingreso futuro perdido.
A nivel nacional, el impacto económico de la violencia se elevó 10 por ciento en 2018, alcanzando los 5.1 billones de pesos, lo que equivale a 24 por ciento del PIB del país. En términos per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 41,181 pesos, más de cinco veces el salario mensual promedio de un trabajador mexicano.
En México, la mayor parte de las personas que están encarceladas son hombres jóvenes que tienen familia y cierto nivel educativo; 64% tenían por lo menos un hijo que dependía económicamente de ellos en el momento de su detención. “Acabar con este ciclo traerá beneficios para la economía, los futuros índices de violencia y el desarrollo”, establece el Instituto para la Economía y la Paz
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