Un centro de investigación brasileño detectó en el Monte Johns de la Antártida la presencia de arsénico, el que estaría vinculado a la explotación del cobre en Chile, informó hoy el diario La Tercera.
Un grupo de expertos del Centro Polar y Climático (CPC) de Brasil detectó la presencia de arsénico en el denominado “continente blanco” tras analizar muestras de hielo y datos históricos de la producción del metal rojo por parte de esta nación sudamericana.
Como parte de su metodología, los científicos compararon los datos históricos de producción de cobre entre 1883 y 2008 de varios países, entre ellos Australia, Sudáfrica y Chile, y los de esta última nación “mostraron la mejor correlación con los resultados de arsénico”.
Para la investigación se ocuparon modelos atmosféricos para conocer el recorrido del arsénico que se emite en el aire producto de la explotación de cobre y que puede permanecer en suspensión hasta 10 días, tiempo en el cual puede llegar a la Antártida.
La autora principal del estudio, Franciele Schwanck, aclaró al periódico que los niveles de arsénico encontrados en la Antártida “son muy bajos y no afectarían el ecosistema antártico”.
La experta alertó, sin embargo, sobre el alto nivel de arsénico que debe existir en los lugares donde se explota el cobre en Chile, al punto que llegó hasta la Antártida, lo que constituye un grave problema de salud pública en los centros urbanos.
De acuerdo con los estudios realizados en la Antártida, las concentraciones de arsénico en ese lugar tienen la misma evolución que la producción de cobre, pero sólo hasta la década de los 90, cuando entran en vigencia en Chile las estrictas leyes ambientales.