Una introspección que derivó en una historia. Una historia que generó sus propios personajes. Personajes que rememoran la nostalgia de una época y un amor que rememora el vigor y el miedo tan propios de la adolescencia.
Así describe José Memun (Ciudad de México, 1974) la concepción de Silvia, su obra prima que relata una historia de amor adolescente ambientada en los ochentas, que entre encuentros y desencuentros, navega entre la Ciudad de México, Londres, Roma y Berlín.
Así empezó, como tal vez tratar de recuperar esa fuerza que tiene uno cuando en ese momento, y yo creo que también de recuperar la escencia de la incertidumbre, de tener 16,17 años y no saber qué va a ser de tu vida a los 25, 30 años, si vas a poder tener un trabajo, todo eso, tratar de captar ese miedo y esas ganas de salir adelante”.
La gestación de un manuscrito que comenzó una tarde del 2013 tomó cinco años para convertirse en un libro publicado por la editorial Caligrama.
Memun, quien participa en la trigésima edición de la Fenal, reconoce que, contrario a lo que marcan los cánones, él no fue un niño interesado en la lectura o en la escritura. Es arquitecto, y tuvieron que pasar varios años para encontrar en los libros un hábito y, de la mano de autores como Paul Auster y Coetzee, trasladarlo a letras propias.
¿El consejo que da a quienes están por concluir una obra literaria y quieren que sea impreso? Paciencia, mucha paciencia y perseverancia. Refiere que él mandó a decenas de editoriales su texto; en algunas ni siquiera le contestaron, hasta que en Caligrama encontró la ayuda para que su novela saliera a la luz.
Sobre la caída de lectores en México que refleja el último Módulo de Lectura del Inegi, José Memun percibe que es un reflejo de la impaciencia propia de las nuevas generaciones.
Vemos una nueva generación de gente que ya no tiene paciencia para nada, o sea, vemos una generación de adolescentes que quieren todo al instante y lo más rápido posible; no me sorprendería que no tengan la paciencia de esperarse un mes a leer un libro, si lo pueden resumir en una serie o en YouTube o una película. Yo veo, y lo veo en mis hijos, es increíble el tema de tener todo rapidísimo y al instante”.
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