Uno de los monumentos emblemáticos de Chiapa de Corzo es la fuente estilo Mudéjar, construida a base de ladrillo en la plaza central, al pie de una ceiba y en una de las márgenes del río Grijalva.
El contratista Bulmaro Téllez informó que se retiraron metros cúbicos de tierra alrededor de la base de la pila en una superficie de 970 metros cuadrados de excavación, a cargo de personal de la empresa Diseño, Construcción y Restauración.
El monumento conocido también como “La Pila”, anotó, enfrenta un proceso de reconstrucción desde finales del año pasado. La obra está en manos de un grupo de constructores y el proceso de restauración aplica una inversión de cinco millones de pesos.
En entrevista, Bulmaro Téllez detalló que el proyecto fue autorizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y consiste en devolver los niveles originales del basamento en un metro con 60 centímetros a nivel del brocal.
Se realizó un sistema de desazolve de agua del dren pluvial y la consolidación de los niveles originales de toda la fuente, se restauraron abrevaderos, es decir, los tanques de agua en las cuatro laterales, así como las escalinatas, añadió.
Asimismo, dio a conocer que los abrevaderos servían para el abasto de agua de los habitantes de la zona, también bebían agua los animales en el año 1562, cuando se construyó y recordó que la Pila siempre ha sido una fuente de agua y tuvo la función de abastecer a la zona.
La fuente o pilona es considerada como uno de los monumentos más importantes de Chiapa de Corzo, es el único edificio estilo Mudéjar a base de ladrillo, para que el pueblo pudiera surtirse de agua, representa la corona del Rey Carlos I de España y V de Alemania, es una mezcla de barroco y mudéjar.
Los ladrillos, describió, figuran forma puntiaguda piramidal y simulan la Corona Real, la torre del oriente une al cuerpo del monumento con un arco, simula el asa o agarradera de la corona, presenta un juego de arcos, pilares, placas de mosaicos que presentan inscripciones.
El especialista en restauración, Eduardo Martínez Pola, opinó que el INAH debe tomar previsiones en el proceso de supervisión, debido a que en la restauración los constructores encontraron los canales originales de agua, el sistema hidráulico construido en 1562 con los que se abastecía el monumento para suministrar a la población.
Sin embargo, agregó en entrevista el arquitecto, no se rescataron los canales, sino que fueron rellenados con caliche y concreto para desaparecerlos, pese a que se trataba de una de las arterias de la Pila que a juicio de habitantes del lugar debió restaurarse.
Refirió que era un sistema hidráulico no conocido, y que debió conocerse su origen destino, volumen del caudal, nivel, distancia y los medios en que se realizaba el abasto de agua.