El lago Baikal, en el sureste de la región rusa de Siberia, continúa con la reducción de su nivel de agua, un fenómeno visto en otras ocasiones pero ahora ligado a los cambios climáticos que vive Asia.
En la medición de este martes 12 su profundidad fue cuatro centímetros inferior al nivel mínimo de seguridad, informó la Agencia Federal de Recursos Hídricos (Rosvodresurs, por sus siglas en inglés).
El inicio de la caída del nivel de seguridad ocurrió el pasado diciembre, lo que hizo que se activara el cese del empleo de mil 300 metros cúbicos de agua por segundo, indicó un despacho de la agencia Itar Tass.
Y si bien la caída del nivel de seguridad ocurrió el mes pasado, el comienzo del proceso fue en el otoño de 2014, una situación observada en otras épocas, la más reciente hace un cuarto de siglo.
De acuerdo con los registros, desde 1962 el Lago Baikal ha caído de su nivel de 456 metros sobre el nivel del mar en 11 ocasiones, y en 1982 se dio la reducción más acusada cuando llegó a 455.27 metros.
Este lago es considerado la más antigua reserva de agua dulce en el mundo, así como la de mayor profundidad. De acuerdo a los expertos, la caída de su nivel está relacionada con menores lluvias y temperaturas más calidas.
Científicos de la Academia Rusa de Ciencias indicaron el pasado octubre que el declive se debe a menores precipitaciones pluviales no solo en la región de Baikal sino también en Mongolia y Buryatia.
Además ha habido menores aportes de agua del río Selenga, lo que disparó la pérdida de nivel, situación que empeoró en 2015 por los incendios forestales que vivió la región de Buryatia.
Esos incendios aumentaron las ya altas y anormales temperaturas de esa región rusa, e incrementaron la evaporación. La situación se agravó por las actividades económicas que se desarrollan en Mongolia, agregaron los científicos rusos.
El Baikal, en el sureste de Siberia, tiene mil 700 metros de profundidad y contiene el 20 por ciento del agua dulce disponible del mundo.