El mercado de seguros más grande del mundo, Lloyd’s, alberga en su edificio posmodernista una colección privada de objetos del héroe nacional inglés, almirante Horacio Nelson (Lord Nelson), famoso por sus victorias navales durante las Guerras Napoleónicas.
El recorrido al icónico edificio de 12 pisos en One Lime Street, en el distrito financiero de la City of London, presenta artefactos de la vida de Nelson, desde su nacimiento en 1758 hasta su heroica muerte en la Batalla de Trafalgar en 1805.
“Lloyd’s debía su éxito comercial a la industria marítima y fue gracias a Nelson que se mantuvieron las rutas del mar abiertas a la navegación ante la amenaza de Napoleón quien quería imponer un bloqueo naval a las islas británicas”, narró a Notimex el cronista de Lloyd’s.
La institución ha coleccionado a través de los años algunos valiosos objetos como la bitácora de la histórica Batalla de Trafalgar, donde Nelson fue herido de muerte tras derrotar a una flota franco-española.
En una página se alcanza a leer la hora y coordenadas de la batalla. De acuerdo con el registro, Nelson hizo el histórico llamado a tomar las armas: “Inglaterra espera que todo hombre cumpla con su deber” al mediodía, hora que marcó el inicio de la victoria británica sobre Napoleón.
En la colección privada se puede apreciar un cubierto especial que utilizaba el almirante tras haber perdido el brazo derecho en la Batalla de Tenerife en 1797, así como un plato -que se cree fue su favorito- que llevó a bordo en varias campañas militares incluida la de Trafalgar.
La exposición privada permanente muestra una cartera roja que contiene restos de tabaco, una de las pertenencias que llevaba el héroe militar al momento de morir.
Lloyd’s conserva también 600 cartas personales del almirante Nelson, algunas de ellas de su amante Lady Hamilton, así como objetos de la hija ilegítima de ambos, Horacia Nelson.
El edificio asemeja por dentro una catedral con escaleras eléctricas futuristas que recuerdan a las escenas de la cinta en blanco y negro Metrópolis (del director alemán Fritz Lang, 1927).
En el centro del vestíbulo se ubica la famosa campana de La Lutine que pertenecía a la fragata francesa del mismo nombre que se rindió a la Armada Británica en 1793.
Una vez capturada por los ingleses, la embarcación se hundió seis años después con un cargamento de oro y plata, que había sido asegurado por el mercado de Lloyd’s.
Tras haber pagado el siniestro, Lloyd’s intentó recuperar de manera fallida el valioso cargamento, pero, en cambio, consiguió extraer la campana la cual está colocada en la parte central conocido como el Rostrum.
En el pasado la campana repicaba para anunciar buenas noticias cada vez que un barco que se daba por perdido llegaba a buen puerto.
Hoy en día repica en fechas especiales como el día del Armisticio de la I Guerra Mundial (Remembrance Day) o el nacimiento de uno de los bisnietos de la Reina Isabel II.
También sonaba para anunciar noticias fúnebres como el naufragio de embarcaciones importantes con pérdidas de vidas, como sucedió el 15 de abril de 1912 con el hundimiento del Titanic.
Una de las últimas veces que la campana repicó fue tras la muerte de la princesa Diana en 1997, los ataques terroristas de Nueva York en 2011, el Tsunami de 2004 y los ataques en Londres de julio de 2005.
Lloyd’s conserva también los libros de accidentes marítimos de hace más de cien años -conocido como Loss Book- entre los que se encuentra el de 1912 con el registro escrito a mano del hundimiento del Titanic, trasatlántico que en su momento fue asegurado por el mercado de seguros.
Actualmente, los libros de pérdidas marítimas son actualizados a mano con pluma y tintero por una persona asignada especialmente para esta tradicional tarea.
En el mismo atrio opera el mercado de Lloyd’s con 84 sindicatos donde suscriptores y corredores negocian cara a cara las coberturas de seguros y reaseguros para riesgos marítimos, aviación y transporte, entre otros, así como catástrofes naturales a nivel mundial.
La historia de Lloyd’s que hoy se ubica en el vanguardista edificio de acero y cristal, fue fundado inicialmente en un café propiedad de Edward Lloyd en 1688.
El actual edificio terminado en 1986 es obra del conocido arquitecto británico Richard Rogers, quien también diseñó el Centro Pompidou en París.