Fueron juegos imprudentes entre amigos los que provocaron que un paseo a la presa de Duarte terminara en tragedia con la muerte del leonés Rosalío de 25 años de edad, un decorador leonés, vecino de la colonia San Felipe de Jesús.
Él murió ahogado este domingo en dicho embalse cuando cayó al agua y no sabía nadar; sus amigos nada pudieron hacer por él.
Este lunes, funcionarios ministeriales acabaron con el mito de que había salvado la vida de una niña y que murió en el intento.
Lo que en realidad ocurrió fue que varios amigos, incluido él, jugaban en el lugar empujándose y él cayó al agua, dijo este lunes Jesús Aguilera, director de Investigación Especializada por el Ministerio Público del fuero común, al referir las indagaciones ministeriales sobre el caso.
Por otra parte, una niña que efectivamente corría el peligro de ahogarse en la misma presa fue rescatada por otra persona, aseguró el funcionario.
El Ministerio Público investiga el caso para deslindar si a alguien le resulta responsabilidad penal por esa muerte.
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