El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva aceptaría ser ministro en el gobierno de Dilma Rousseff, a fin de obtener fuero privilegiado y que sus causas judiciales puedan ser tramitadas únicamente en el Tribunal Supremo, anunciaron hoy medios de comunicación.
Los tres grandes diarios del país –O Globo, Estadao y Folha- daban por hecho que Lula integrará el gabinete y asumirá un cargo relevante, como el de jefe de gabinete (Casa Civil) o la secretaría de Gobierno.
De esta forma, Lula –que está siendo investigado en la Operación Lava Jato y fue acusado de lavado de dinero y falsedad ideológica por la fiscalía de Sao Paulo en otra causa- obtendría fuero privilegiado, por lo que no podría ser juzgado por un tribunal de primera instancia, sino por el Supremo Tribunal Federal (STF).
La prensa, que citó fuentes de la Presidencia, aseguró que las masivas manifestaciones de este fin de semana, cuando unos tres millones de personas pidieron el juicio político contra Rousseff, habrían acelerado la decisión de Lula.
La propia Rousseff había dicho la semana pasada que sería un “orgullo” tener a Lula en su admiistración, por considerarlo un gran político y tener una larga experiencia al frente de la mayor economía de América Latina.
De confirmarse, Lula pasaría a liderar la articulación política del Ejecutivo con el Legislativo, donde el gobierno carece de apoyos sólidos en momentos en que debe iniciarse en los próximos días el proceso para analizar la viabilidad del juicio político presentado por la oposición contra Rousseff.