Centenas de fuerzas militares en Shenzhen, la ciudad fronteriza con Hong Kong, se aglutinaron ante la escalada de las manifestaciones para exigir democracia, ante la petición de Donald Trump a Pekín de que actúe con humanidad.
La situación empeora porque se espera que Pekín no haga caso omiso y tiene las fuerzas necesarias para reprimir disturbios.
“Si el presidente Xi se reuniera directa y personalmente con los manifestantes habría un final feliz y promisorio para el problema de Hong Kong. ¡No tengo dudas!”, tuiteó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa blanca, solicitó a China que se genere una nueva Tiananmen, refiriéndose a la sangrienta represión de manifestantes ocurrida hace tres décadas.
Algunas autoridades chinas condenaron agresiones terroristas en contra de civiles este martes.
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