En el país nacen entre dos mil y seis mil bebés que no escuchan, por lo que la sordera congénita es la causa más común de discapacidad neurosensorial en ese sector poblacional.
Por eso es importante detectar con el tamiz neonatal la pérdida auditiva desde el nacimiento para brindar tratamiento oportuno y así disminuir la discapacidad que se puede generar.
La jefa del Servicio de Audiología del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) “Dr. Guillermo Ibarra Ibarra”, María Eugenia Mena Ramírez, explicó que un menor que no escucha no puede desarrollar un correcto lenguaje.
En el marco del Día Internacional de la Audición, que se conmemora este jueves, indicó que en los pequeños esta pérdida ocasiona problemas del habla, por lo que sin rehabilitación temprana no podrán trabajar, socializar y, sobre todo, son proclives al maltrato.
Informó que actualmente el INR atiende 10 mil pacientes al año de todas las edades con problemas de ese tipo, y con ello, se brinda la posibilidad de su inserción al entorno social y familiar. ?
El tratamiento consiste en adaptarle el uso de auxiliares auditivos y una terapia encaminada hacia el desarrollo del lenguaje, mediante la terapia auditivo verbal, detalló.
Los factores de riesgo para que un menor desarrolle pérdida auditiva son infecciones vaginales, preeclampsia, sufrimiento agudo o bajo peso al nacer, hipopsia o el uso de medicamentos en las madres en el periodo prenatal.