Cabildeos de última hora por parte del coordinador de la bancada panista Ector Jaime Ramírez Barba y de enviados del Poder Ejecutivo fueron insuficientes para fortalecer el respaldo en la votación para elegir a Raúl Montero de Alba como nuevo Procurador Estatal de los Derechos Humanos quien resultó el ombudsman con apoyo más frágil del poder legislativo.
Este proceso que se dio tras bambalinas sirvió adicionalmente para atestiguar un episodio más de la división en la bancada priista en el Congreso local que impidió la intención original de la diputada Irma Leticia González, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables, de subir a tribuna para hablar a favor del proceso de selección.
Los priistas vivieron en las horas previas momentos álgidos pues la mayoría se opuso a que González hiciera patente en tribuna su apoyo al perfil de la terna como ya lo había hecho públicamente el día de las entrevistas.
Los 12 votos nulos provinieron de la bancada del Verde y de la mayoría de los diputados priistas.
Al final, el coordinador del PRI Rigoberto Paredes planteó la necesidad de que se reforme la ley para que el próximo ombudsman sea elegido mínimo por las 2 terceras partes del pleno y no con mayoría simple como ocurre ahora.
Bajo esta premisa, Ppor separado, la coordinadora del partido Verde Beatriz Manrique dijo que un proceso viciado de origen como este, no podía tener una buena conclusión ya que, si bien, dicho proceso se ha apegado a la ley, la legalidad del mismo no garantiza la idoneidad del resultado si dicho procedimiento se muestra un evidente desinterés por parte del Ejecutivo en el proceso que no incluyó a una mujer en la terna y además por lo que representa cada uno de los integrantes de la misma.
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