Este jueves a las doce del mediodía se efectuara al audiencia judicial solicitada por Antonio Luna para declarar ante un juez de control en relación con los hechos del doce de enero, en que murieron sus tres hijos, y por cuyas muertes es imputado al igual que por tentativa de homicidio en agravio de su esposa.
Vinculado a proceso penal por esos delitos y en prisión preventiva oficiosa por tratarse delitos graves, Antonio Luna ha mantenido un silencio sistemático sobre lo ocurrido aquella noche en que intervinieron policías estatales en una finca de Ampliación Cieneguita, municipio de San Miguel de Allende.
Un edificio que él cuidaba, contratado por el propietario, y una de cuyas áreas había sido rentada a otras personas, presuntamente gente armado que motivó la intervención policial del 12 de enero, pero que huyó tras hacer disparos contra los primeros policías que intervinieron.
Todo esto según la versión de la Procuraduría General de Justicia, que ha sido cuestionada públicamente sobre la muerte de los niños, de 11, 8 y 4 años de edad, a raíz de que Juana Luna, madre de los niños y esposa de Antonio, desmintiera la versión ministerial ante medios de comunicación y atribuyera la muerte de ellos a policías.
Pero ese silencio de Antonio Lina, hecho notar por autoridades a lo largo de estas semanas, será roto este jueves, cuando declare ante el juez que presida dicha audiencia, y se prevé que será privada.
Lo que dirá ante el juez, sólo él y su abogado defensor lo saben hasta ahora.
Sin embargo, de acuerdo con el procedimiento de oralidad, podría tratarse de una diligencia tendiente a una salida anticipada del proceso que se abrió contra él.
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