El homicidio del médico Gabriel Muñoz Romero, asesinado la noche del jueves en el barrio del Coecillo, así como las lesiones de su yerno, Alejandro Maldonado, de 24 años de edad, es investigado con extremo sigilo por el Ministerio Público, cuyos funcionarios no han aportado el mínimo indicio sobre posibles líneas de investigación, mientras referencias sobre la persona del asesinado lo señalan como prestamista, además de galeno.
Este viernes, el Ministerio Público del fuero común guardó prácticamente silencio total sobre el caso, cuya investigación inició a las once de la noche del jueves en la calle Herreros, del barrio del Coecillo, donde quedó muerto frente a su casa y consultorio el médico Muñoz Romero, mientras su yerno fue auxiliado por paramédicos y trasladado a un hospital local con un impacto de bala en la pierna izquierda.
Sobre el caso, Fructuoso Santana Raya, coordinador de fiscales de Trámite Común, del Ministerio Público, dijo que no se conocían muchos detalles de la sucedido.
Lo único que puedo informar –dijo- es que fue asesinado, aparentemente de un balazo en el lado izquierdo del abdomen un médico llamado Gabriel Muñoz Romero, de 66 años de edad, quien fue atacado por dos sujetos que salían de la casa de él, cuando él arribaba a su domicilio.
Añadió: De esos hechos, tenemos reportado como lesionado a un familiar del médico, cuyo nombre prefiero reservar, porque es parte dela investigación.
Por el mismo motivo, el funcionario se reservó todo lo referente a si encontraron casquillos u balas disparadas en el lugar o el cuerpo de la víctima; si había dos implicados en el crimen; si se trataba de ladrones que cometieron o pretendieron cometer un robo; y si tienen pistas de ellos, entre otros aspectos de la investigación.
Todo eso es materia de la investigación y lo informaremos cuando esta concluya, señaló.
En el lugar de los hechos corrieron otras versiones sobre cómo sucedió el incidente e incluso atribuyeron a atracadores el homicidio, pero las autoridades ministeriales no dieron crédito sino a la versión de que el médico fue sorprendido por sus homicidas cuando llegaba a su casa y ellos salían.
Una versión sobre que el médico además de ejercer su profesión hacía préstamos de dinero, no ha sido confirmada por las autoridades investigadoras.
