Miguel Ángel Godínez Rentería, acusado del feminicidio de Ana Ivette González Salas, sí pudo atender en su cama de hospital la diligencia de declaración preparatoria pero no hizo declaraciones, aunque sí ofreció pruebas contra la acusación; mientras, los médicos que lo atienen lo reportan en plena recuperación de sus lesiones.
Miguel Ángel asistió hospitalizado en la clínica T-1 a esa diligencia, para la cual se trasladaron hasta ese hospital el juez segundo de lo penal, su defensa y la fiscalía adscrita.
En la diligencia el juez penal le hizo conocer las acusaciones que le hace el Ministerio Público y todas las pruebas aportadas en su contra para acusarlo del delito de feminicidio y robo calificado.
Sin embargo, nada manifestó ante las preguntas de la autoridad sobre los cargos que enfrenta y en cambio su defensa solicitó la ampliación del término constitucional, de 72 a 144 horas, para que el juez reciba pruebas de descargo con las que el acusado pretendería desvirtuar la acusación.
El término ampliado de la misma manera, corre para sus coacusados de feminicidio y robo calificado: Cristian Javier Godínez Sánchez y Claudio Rivera Sánchez, así como para su novia y coacusada de robo, Melissa Livier Coral Medina, quienes también negaron los cargos al declarar ante el juez penal.
Salvo Miguel Ángel Godínez Rentería, todos los acusados están internos en la Centro de Reinserción Social de León, a disposición del tribunal que los procesa mientras Miguel Ángel permanecía hospitalizado y bajo custodia policial para ser trasladado al Cereso cuando fuera dado de alta.
Melissa Livier, en estado de gestación, permanecerá presa hasta en tanto le resuelven su situación jurídica y aún después si es declarada formalmente presa y sujeta a proceso penal por el delito de que la acusan. En este caso, su hijo nacería la institución carcelaria.