Para tratar de evitar un eventual regreso en el semáforo estatal de reactivación a color naranja o rojo, restauranteros agremiados a la Canirac acordaron reducir su aforo del 50 al 30% a partir de esta semana.
La presidenta de la Canirac en León, Helen Anaya Sanromán, refirió que representantes del sector de servicios, que integran restauranteros, comercios y hoteleros, entre otros, sostuvieron una reunión con la Dirección de Economía municipal en la cual observaron cómo a partir de octubre los contagios de covid-19 en la ciudad se incrementaron.
Por ello, los restaurantes optaron por lanzar una campaña intensiva durante noviembre, diciembre y enero sobre el uso de cubrebocas, pero también disminuir la cantidad de comensales en sus establecimientos.
“Es decisión propia porque a nosotros nos interesa seguir de pie, creemos que si nos volvieran a cerrar la economía sería el quiebre de la industria y la verdad es algo que nadie deseamos, por eso estamos trabajando en conjunto, siendo nosotros mismos nuestros propios auditores para ver que todo el sector cumpla, afiliado o no, que cumpla porque a todos nos perjudica si se toma una decisión por una minoría que no quiere acatar esta normativa”, dijo.
Helen Anaya estimó que entre el 15 y 20% de restaurantes de la ciudad no han cumplido con las medidas de sanidad requeridas por las autoridades, entre ellos algunos ubicados en la zona de Cerro Gordo, y si bien ningún agremiado ha sido sancionado, ella personalmente ha hablado con sus propietarios para enfatizar en la importancia de cumplir con los protocolos.
Además, coincidió con el presidente de la Concamin Bajío, Ismael Plascencia, en que al Municipio le ha hecho falta mano dura durante la pandemia.
“Sí coincido porque tenemos tres problemas que el Municipio no ha podido solucionar: el transporte público, la sanción por el no uso del cubrebocas y el tema de los tianguis y mercados, sé que es más difícil controlar a este sector informal, pero es algo que no se ha podido controlar”, comentó.