Las fuerzas turcas han matado a unos tres mil combatientes del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, afirmó hoy el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al destacar que ningún otro país está combatiendo al grupo yihadista como lo hace Ankara.
Al intervenir en la X Conferencia de Jefes de Estados Mayores de los Países Balcánicos, Erdogan también tachó de “viles” a los países que han acusado a Turquía de apoyar al grupo extremista.
“Ha habido algunos (países) que han sido viles al mostrar a Turquía como un país que ayuda al EI. Ningún país en el mundo ha librado la lucha como la que nosotros libramos”, dijo Erdogan, citado por el diario turco Hürriyet.
Según el mandatario turco, “ningún país ha sufrido tantas pérdidas causadas por el EI y ninguno lo combate tanto como Turquía”.
En el mismo encuentro, el jefe del Estado Mayor, el general Hulusi Akar, estimó en mil 300 el número de yihadistas abatidos en Siria e Irak, pero hasta ahora no ha sido posible contactar con asesores de Erdogan para aclarar la diferencia entre las cifras.
Akar agregó que armas, cohetes, vehículos blindados y edificios del grupo yihadista también han sido destruidos.
Turquía, que inicialmente se mostró reacia dentro de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el EI, fue criticada en las fases iniciales de la guerra en Siria por no evitar que los combatientes extranjeros cruzaran sus fronteras y se sumaran al grupo yihadista.
El gobierno turco ha dicho que necesita más ayuda de sus aliados occidentales en la lucha contra el EI, especialmente cerca de su frontera con Siria, donde la ciudad turca de Kilis ha sido blanco en las últimas semanas de cohetes lanzados desde suelo sirio.
La semana pasada, el presidente turco advirtió que continuará bombardeando el norte de Siria, en respuesta al lanzamiento de cohetes desde territorio controlado por el EI en Siria, por lo que el grupo extremista sufrirá grandes derrotas si sigue atacando Kilis.
Kilis, ubicada en las cercanías de la frontera con Siria, ha sido blanco de decenas de ataques con proyectiles en las últimas semanas, los cuales ha dejado al menos 21 muertos y unos 70 heridos desde mediados de enero.