El Papa Francisco urgió hoy a formar una “auténtica alianza” para acuerdos globales significativos contra el cambio climático en las próximas cumbres internacionales.
El pontífice hizo referencia a la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Objetivos del Desarrollo Sostenible, a fines de este mes, y la COP 21 de París, en diciembre.
El Papa recibió en una audiencia, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a un grupo de asistentes al congreso internacional “Justicia ambiental y cambio climático”, organizado por varias oficinas del Vaticano.
En su discurso advirtió que son los pobres quienes padecen con mayor dureza las consecuencias del cambio climático y sus “graves implicaciones sociales”, por eso consideró necesario ocuparse de ese problema.
“El clima es un bien común, hoy gravemente amenazado: lo indican fenómenos como el cambio climático, el calentamiento global y el aumento de los eventos meteorológicos extremos”, indicó.
“Son temas objeto de gran atención por parte de los medios y de la opinión pública, y alrededor de los que se han encendido debates científicos y políticos, de los que ha ido surgiendo un consenso difundido, aunque no necesariamente unánime”, reconoció.
Sostuvo que cada persona está llamada a ejercer su responsabilidad, su “dignidad de personas y ciudadanos del mundo”, por el rol que ocupa en la familia, en el trabajo, en la economía, en la sociedad civil y en las instituciones.
Insistió que a todos los seres humanos se les exige una contribución, un aporte a un diálogo en común para buscar soluciones verdaderamente eficaces, que no sean recetas improbables y combatiendo el “gran enemigo”: la hipocresía.
Según el pontífice, ese diálogo dará frutos si se inspira en una visión transparente y amplia, que busque un enfoque integral y participativo, incluyendo a todas las partes en causa, incluso las que quedan con mayor facilidad al margen de los procesos institucionales.
Entonces lanzó una “urgente invitación” a realizar todos los esfuerzos posibles para que en los foros donde se busca resolver la “única y compleja crisis socio-ambiental” se pueda escuchar la voz de los más pobres, entre los países y entre los seres humanos.
“Desde ahora ofrezco al señor nuestro común esfuerzo, pidiéndole que lo bendiga para que la humanidad sepa finalmente escuchar el grito de la tierra, nuestra madre y hermana, y el de los más pobres entre los que la habitan, además de cuidarla”, dijo.
“Hoy, nuestra madre tierra está entre los excluidos que gritan al cielo. De esta manera la creación se acercará cada vez más a la casa común que el único Padre imaginó como don para la familia universal de sus criaturas”, apuntó.
