Los hermanitos Mateo y Miguel, atacados por un perro pitbull el pasado domingo, corren aún peligro de perder la vida a causa de sus lesiones, en tanto que sus familiares se abstuvieron de presentar querella y no hay por eso persecución penal contra nadie.
Este miércoles, las autoridades ministeriales del fueron dieron a conocer que sus fiscales investigadores tuvieron acceso finalmente a los dos niños; Mateo, de un año y medio y Miguel, de tres años de edad, y pudieron inspeccionar, auxiliados por médicos legistas, las lesiones que los tienen al borde de la muerte.
Ambos corren peligro de perder la vida, si bien Mateo ha sido reportado como el más grave, dijo un funcionario ministerial.
Mateo sufre fractura de cráneo a causa de las mordeduras del perro y es mantenido en terapia intensiva en el área de Pediatría del Hospital General Regional, según la descripción de las autoridades.
Miguel, por su parte, sufre de una mordedura en la cabeza, que le provocó la pérdida de la oreja izquierda y otra en el cuello que se prolonga desde el maxilar izquierdo hasta la clavícula izquierda. Miguel también está sometido a terapia intensiva y su vida corre peligro.
Por su parte Ignacio Pérez Ruiz, director de investigaciones ministeriales, dijo que la madre de los niños, cuyo nombre no citó públicamente, se abstuvo de presentar querella y a causa de ello no hay persecución penal contra el propietario del perro que atacó a los niños. Se trata de una adolescente con domicilio en el Circuito Pegasus, de la colonia Villas de San Juan, donde ocurrió el ataque a los hermanitos el domingo alrededor de las ocho de la noche.
Por otra parte, informó que el perro agresor quedó a disposición del Centro de Control y Rescate Anima, quien dispondrá de él según la reglamentación administrativa.