El taxista leonés Luis Ernesto Romero Gutiérrez murió por dos impactos de bala en el cráneo, aunque tenía otra herida de bala en un dedo meñique, y las autoridades investigan ahora también este caso, pero al menos este martes señalaron que no tienen pista de los homicidas ni del móvil del crimen.
Romero Gutiérrez, de 47 años de edad, con domicilio en la colonia La Joya y con domicilio familiar en el barrio del Coecillo, fue acribillado a balazos entre las diez y media y las once de la noche cuando circulaba conduciendo su taxi de cargo por la avenida Pespuntadores, de la colonia Ciudad Aurora.
Quedó herido de muerte en su propio vehículo, mientras sus homicidas huyeron, y aunque fue trasladado con vida al Hospital General Regional, una vez que ingresó perdió la vida y su deceso fue denunciado por la institución médica al Ministerio Público.
Este martes, el director de fiscales investigadores del fuero común, Ignacio Pérez Ruiz, dio a conocer parcialmente los resultados de la necropsia practicada al cuerpo del ruletero: murió por dos impactos de bala en el cráneo y uno de los proyectiles quedó alojado.
Él dijo no tener confirmación del impacto de bala en un dedo del taxista.
Por otra parte, aseguró que ante el Ministerio Público no han sido rendidos testimonios que fundamenten versiones vertidas por personas en el lugar del crimen y según las cuales, él habría sido baleado desde una camioneta en movimiento.
Según el funcionario, ni en la persona del asesinado ni en el auto que conducía, habían encontrado hasta este martes nada ilegal, ni datos que hicieran presumir que la víctima hubiera estado inmiscuida en actividades criminales.
El cuerpo de Romero Gutiérrez fue identificado por un hermano suyo, dijeron las autoridades investigadoras, y el ahora occiso no parecía mantener una relación estrecha con sus familiares.