Guanajuato.- Federico Estebán “N”, de 45 años, fue capturado en cumplimiento de una orden de aprehensión por el delito de abuso sexual y ya ha sido puesto a disposición de un juez para que enfrente la justicia. Su detención se llevó a cabo tras una serie de presiones públicas y el compromiso de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato con la investigación del caso.
La Fiscalía había sido severamente criticada por la desestimación inicial de la denuncia, lo que generó indignación en la opinión pública. Gerardo Vázquez Alatriste, Fiscal General, atendió personalmente a la víctima y aseguró que se tomarían medidas correctivas, incluyendo la investigación de los servidores públicos involucrados en la primera desestimación del caso.
El ataque a la víctima
El pasado domingo 2 de febrero de 2025, en la colonia Zona de Oro I, en Celaya, una joven fue agredida sexualmente por un hombre desconocido. El sujeto la interceptó por la espalda y le mordió un glúteo, impidiéndole defenderse debido a que llevaba varias cosas en las manos.
🚨 Capturan a Federico Estebán “N” en #Celaya tras morder el glúteo de una mujer en plena calle. La Fiscalía primero desestimó el caso, pero después se logró su detención ⚖️ pic.twitter.com/9G3n5Iwtu8
— Noticieros En Línea (@_enlinea) February 6, 2025
El agresor siguió a la víctima en un auto Tsuru blanco, estacionó en otra calle y la alcanzó corriendo para cometer la agresión. En las imágenes se observa que el hombre, vestido con cachucha y playera negra, se toca su parte íntima antes de abalanzarse sobre la joven, morderla y huir de la escena.
Denuncia y desestimación inicial
Tras el ataque, la joven Katherine Michel Maldonado acudió a las autoridades para presentar una denuncia; sin embargo, su caso fue inicialmente desestimado bajo el argumento de que “no hubo delito como tal”. La joven denunció que las autoridades le informaron que su agresión no encajaba en categorías como robo o violación, por lo que no podían actuar al respecto.
Además, mencionó que los servidores públicos que la atendieron no le dieron un folio, ni registraron su nombre y se negaron a recibir los videos como evidencia.
Desde la agresión, la joven ha vivido con temor a que su agresor vaya a regresar, pues sabe su domicilio, donde vive con sus hijos, por lo que no se ha quedado en su casa.
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