El líder de la CTM en Guanajuato, Hugo Varela, y el presidente de la Coparmex León, Alberto Ruenes, advirtieron que la reciente reforma laboral podría poner en riesgo a las micro, pequeñas y medianas empresas en caso de que queden inmiscuidas en disputas por contratos colectivos entre diferentes centrales obreras.
Durante la realización del foro “Panorama laboral: la Reforma histórica”, Hugo Varela sostuvo que si los trabajadores de una empresa no se sienten satisfechos con el contrato colectivo vigente, pueden llegar otras centrales obrera a ofrecerles negociar uno nuevo para todos o incluso para una sola parte de los empleados, lo que representaría para los empresarios un desgaste financiero y de recursos humanos.
Advierto que las empresas que no trabajen con sus trabajadores y sus sindicatos para darle servicio a sus trabajadores, van a llegar otros sindicatos, lo que puede provocar una guerra dentro de una empresa por la falta de atención a los trabajadores”.
Son las que tienen menos estructura para poder sobrevivir si no se preparan desde ahorita para tener gente que le dé servicio a los trabajadores, se requiere que fortalezcan sus departamentos de personal y de servicio a sus trabajadores”, dijo.
Sobre la aparición de CATEM, la nueva central obrera en Guanajuato, Hugo Varela refirió que la CTM mantiene entre el 80 y 90 por ciento del total de los sindicatos que hay en la entidad, aunque reconoció que uno pequeño ya emigró hacia el organismo que encabeza la expriista, Irma Gómez.
No, no importa que nos quiten o no nos quiten a trabajadores; hubo solamente un sindicato de camioneros, pero de los demás ninguno se ha retirado, son dueños de camiones, no son trabajadores, son los que tienen su camión y le dan servicio a las constructoras, pero son el sindicato más pequeño que teníamos”, refirió.
En tanto, el Presidente de la Coparmex León, Alberto Ruenes, reiteró que debió y debe ser tomado en cuenta el sector productivo en cualquier reforma laboral, y urgió a los legisladores a que eliminen la cláusula que obliga al empleador a probar que no despidió a su colaborador.
Simplemente es que el proceso, el tiempo hombre para atender los asuntos de conciliación, el desgaste que pueda haber directamente con los empleados, yo creo que todo lo que vaya directo al tiempo es un desgaste directo hacia las horas productivas del trabajador”, dijo.
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