A pesar de que en los últimos años ha logrado bajar en el ranking de estados con mayor incidencia, Guanajuato se mantiene con una tasa de suicidios por encima de la media nacional, problema que se enfatiza en adolescentes.
Este sábado 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fenómeno que terminó con la vida de 2 mil 307 niños y adolescentes de entre 10 y 24 años en México.
De acuerdo con la estadística de mortalidad reportada por el INEGI, la tasa de suicidios en Guanajuato al cierre del año pasado fue de 7.2 casos por cada 100 mil habitantes.
Con ello, se ubicó en el décimo sexto lugar, aunque por encima del promedio en el país que fue de 6.6 suicidios por cada 100 mil habitantes.
Lo anterior representó una disminución respecto a la que hubo en 2020, que fue de 8.1 personas que se quitar la vida por cada 100 mil guanajuatenses.
Ese año, Guanajuato se situó como la décima entidad con la mayor incidencia, mientras que en 2019 era la octava.
Sin embargo, si solo se toma en cuenta el grupo de edad de 15 a 29 años, la tasa prácticamente se duplica hasta alcanzar los 11.8 suicidios por cada 100 mil habitantes.
De hecho, a nivel nacional es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años, mientras que en las personas de 25 a 34 años representa la sexta causa principal de mortalidad.
Al respecto, el secretario de Salud de Guanajuato, Daniel Díaz Martínez, subrayó la importancia de que toda la sociedad se involucre en la prevención de este problema, que aqueja primordialmente a niñas, niños y adolescentes.
“Desde la creación del Consejo de Salud Mental vimos que se estabilizó un poco, pero aún cuando no estamos entre los tres primeros estados con mayor tasa de suicidios, aún hay trabajo por hacer, les quiero pedir que hagamos un esfuerzo extraordinario y utilicemos todas las herramientas que estén a nuestro alcance”, dijo.
Según información de la Secretaría de Salud federal, algunas señales que pueden representar una conducta de riesgo suicida son alejarse de los amigos, mostrar cambios de humor extremo, comer o dormir demasiado o muy poco, así como consumir drogas o alcohol con más frecuencia.
