Después de varios años el desarrollador del fraccionamiento residencial El Molino, terminó de pagar al gobierno municipal poco más de 71 millones de pesos que adeudaba por las obligaciones que dejó pendientes durante su construcción.
El fraccionamiento El Molino se ubica al norte de la ciudad, aledaño al parque metropolitano, con una superficie total de 608.56 hectáreas, por lo que el conjunto habitacional residencial se compone de 62 secciones a desarrollar, aunque por el momento solo hay autorización para la urbanización de 21 secciones que ocupan el 28.81% de la superficie total.
Desde su inicio fue uno de los desarrollos habitacionales que generaron más polémica por diferentes motivos; entre ellos las obligaciones que tenía pendientes por cumplir con el municipio derivado de varias afectaciones y obras de urbanización.
Para ponerle fin a esta situación en agosto del 2017 en el primer trienio de Héctor López Santillana se decidió establecer con la empresa desarrolladora un convenio con el gobierno municipal para que cumpliera las obligaciones pendientes.
En dicho convenio el ayuntamiento autorizó que los 71 millones 374 mil 642.33 pesos que debía pagar el desarrollador los hiciera en cuatro pagos directos a la Tesorería Municipal.
La empresa hizo entonces el primer pago el 28 de septiembre del 2017 y debía cumplir con el último el 28 de septiembre del 2018, por lo que unos meses después la Dirección de Desarrollo Urbano confirmó que ya fueron cubiertas las obligaciones del desarrollador establecidas en el acuerdo sin retraso alguno por lo que se subsanó la afectación y urbanización del polígono.
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