Los mexicanos y sus tradiciones gastronómicas en las fiestas de fin de año pueden haber dejado ¡hasta 10 kilos de sobrepeso!
Y es que tan sólo en un mes los mexicanos pueden ingerir de 70 mil a 100 mil calorías, lo que podría equivaler a un aumento de peso de 7 a 10 kilos.
Las personas tienden a disparar su consumo calórico con los tamales, tacos, pozole, atole, enchiladas y otros platillos típicos del país.
Aunado al menú de antojitos, la actividad física disminuye notablemente por las vacaciones y el periodo de descanso.
Así lo advirtió Alejandra González, especialista en la Clínica Nemi, que se especializa en nutrición, sobrepeso y metabolismo.
Debido al aumento de reuniones sociales, los mexicanos tienden a consumir más alimentos ricos en grasas y también a ingerir más cantidades de alcohol de lo habitual.
Sin embargo, a esos factores se suman los del tipo emocional como la euforia, el estrés y los trastornos depresivos, mismos que agravan las consecuencias de la alimentación de bajo nivel nutritivo.
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